miércoles, 11 de mayo de 2011

Menú Premiere & Finale para hoy: Exodus. Adiós Robinson, bienvenida Alicia


Previously on Lost: ¿Qué pasó hasta acá? Casi nada. Apenas si nos encontramos con una frencesa loca, un paralítico caminando, una avioneta llena de heroína, una escotilla en medio de la selva, un secuestrador de embarazadas, un maletín lleno de armas, unas cuevas con agua dulce donde había dos cadáveres reposando juntos y un montón de náufragos con pasados desconcertantes. Los vimos construir una balsa, los vimos quemarla. Los vimos ir de excursión, los vimos torturar, los vimos sincerarse. Ahora los vamos a ver cómo llegan al primer final de temporada.
“Tenemos que zarpar ayer” había pronosticado el Profesor Arzt. Para este final de temporada vemos a nuestros losties prepararse en fb para subir al fatídico avión. Ya sabemos que Walt es especial, aunque aún no sabemos por qué. Sí sí, aún. Rousseau aparece en el campamento de la playa. Todos la miran raro, y ella a todos. “The Others are coming”. Bienvenidos a Exodus. Danielle cuenta la historia del Besixdouze. Y de cómo vio el humo negro, pero no ese. Esa noche llegaron y se llevaron a Alex. Ok, fue Ben Linus pero la memoria de Rousseau no es de lo mejor. Tienen tres opciones: huir, esconderse o morir. Los demás la tratan de loca. Es maravilloso ver a Jack y Locke compartir el liderazgo. No va a durar mucho. Apenas otra temporada. Vemos los preparativos para que zarpe la balsa. Todos ayudan, es emocionante. Giachino tiene que ver con eso. Puta, se rompió. Cagüenlamadre. Todos se la agarran con Sawyer. Pero ahí está el humo negro. No, ese no, no todavía. ¿Dónde se oueden esconder 40 personas? Vamos a mostrarle la escotilla a Rousseau. ¿Y cómo la abrimos? Hay dinamita. En la Roca Negra. En el territorio oscuro. “Tres razones para no ir” dice Hugo con buen criterio. Como de costumbre, nadie le da bola.
En Sidney Jack comparte un trago con Ana Lucía. No sabe que ella compartió los últimos días de Christian Shephard. Le gustan los pastores, parece. “¿Qué número te tocó?” “23” “A mí el 42” ¿42 no era Kwon? Más tarde tomamos algo en el avión. Sí, no lo dudes. “Lo peor ya pasó”. Sí, haceme reir las amígdalas.
Jack anuncia la excursión al Black Rock. Leslie Arzt no se quiere quedar afuera. Al final siempre me pierdo la diversión, se queja. “Si no quieren explotar déjenme ir con ustedes”. Ok, venite, así explotás vos. Jin y Michael arreglan la balsa y a Sawyer no lo dejan meter mano. Se ve que se divirtió en Sydney. James Ford, al fin sabemos tu nombre. Volvete a casa. Babeen chicas. Sawyer corta madera. Y además es un tierno. Jack tiene la gentileza de darle un arma, así que James (sí, este es James) le cuenta de su charla con Christian en un bar. Es por eso que los Red Socks nunca ganarán la liga. Son dos nenes al final. Qué pequeño mundo, ¿no?
El Marshall Mars necesita cinco armas y Kate sabe por qué. Por un puto avioncito de juguete. Obviamente, Kate va al Black Rock. No está del todo bien con Jack, pero tampoco quiere despedir a Sawyer. Los náufragos ponen mensajes en una botella para envíar a tierra. Hay mucho clima de Finale en el aire. El grupo que va a abrir la escotilla se despide del de la balsa. Jack, Kate, Rousseau, Hurley, Locke y Arzt. Locke le pregunta a Rousseau por sus rasguños pero para mí que le miraba las tetas. A Arzt no le gusta que le digan Leslie. Llegamos al Territorio Oscuro. Arzt se caga. Mejor se hubiese vuelto nomás. Sawyer trajo su mástil (ese no, mal pensada) y la balsa está lista para zarpar. Llueve una vez más en la isla. Guarda que viene el Humo Negro. Ahora sí. El de verdad. Quietos, es apenas un sistema de seguridad. Protege la isla. No, en realidad no, pero ya habrá tiempo de desarrollar ese tema.
Walt deja a Vincent al cuidado de Shannon. Al final el perro va a terminar enterrando a todos. Al menos no recuerdo haberlo visto en el limbo. Te lo cuido hasta que nos rescaten nomás, eh. Sí, seguro.
Sayid le deja su mochila a Shannon en el aeropuerto. Ella se pelea con Boone y lo manda en cana. Así empiezan las parejas. Sayid provee a la balsa de un radar y una bengala. La excursión llega al Black Rock. No, no era una piedra sino un barco de esclavos. Sun atiende a Jin y se banca comentarios pelotudos en un fb. Pero antes de que se vaya en la balsa le da un improvisado diccionario para que se entienda con los demás. En el fondo lo quiere. Jin comprende que su presencia allí es parte de un castigo. Pero en realidad simplifica lo que verdaderamente pasa. A Michael le gusta la coreana pero ahora se hizo amigo del dorima. Sí, señores, estamos ante un auténtico momento Giacchino. Los losties logran que la balsa zarpe y es el primer momento realmente emotivo de una finale llena de emotividad. Allí van Michael, Walt, Sawyer y Jin rumbo a la inmensidad del océano. Saludo con mano en alto, fondo musical in crescendo, vela desplegada, placa negra y final de la primera parte de la primera finale. No se vayan que aún hay más.
Llora Aaron. Claire se desespera y todos preparan la partida. Van a las cuevas. Charlie le pide un arma a Sayid para proteger a Claire. “¿Cómo puede haber un barco en medio de la selva?” pregunta Hurley. “Habrá sido un tsunami” dice Artz. La tenía clara. Lo vamos a extrañar. Entamos con Jack, Kate y Locke a buscar dinamita al Roca Negra. No es lindo lo que vemos adentro. Los compañeritos de Ricardo. Todavía conservan sus cadenas. Arzt no es bastante cool. Así que cuando los otros sacan un cajón lleno de dinamita de 140 años sale corriendo a cagarlos a pedos. “¿Pero qué hacen? ¡Tengan cuidado con eso! ¿No ven que suda nitroglicerina y puede explo¡¡¡¡¡¡BOOM!!!!! Chau, Leslie. A Jin lo apuran en coreano en el baño del aeropuerto. Ojo con lo que vas a hacer, más vale que le llegue el reloj de oro a Keamy. En la balsa los tripulantes se creen libres. Ilusos. Sawyer canta Redemption Song. “¿Te gusta Marley?” “A todo el mundo le gusta Marley”. ¡Están hablando de faaasssssssssssoooooo!
Sayid incita a Shannon a dejar ir a Boone. Ya vendria siendo hora. Pero el pollerudo al final le carga la valija. Hurley no puede creer que vio a Arzt hacerse puré. Lo considera su culpa. Vos sabés, los números. Ah, ¿todavía no te hablé de los números? Locke jode con la dinamita. No rompas las pelotas, peláu. Charlie inventó un portabebé para Aaron pero al final la que se lleva a Aaron es Danielle. Bueno, todavía no se llama Aaron en realidad. Para ser sinceros la francesa asusta. Claire tiene un súbito recuerdo de ellas dos forcejeando en la selva. En Sidney Charlie seguía en su orgía de sexo, droga y r’n’r pero no quería convidar. Tomatelá, loca’e mierda. Charlie le quiere pegar a Sayid por negarle un arma. Mala idea.
Locke y Jack deciden repartirse la dinamita. “¿Vos también querés cargar dinamita, Hurley?” “Tenés un cacho de Arzt en la espalda”. En la balsa Sawyer lee los mensajes de las botellas. “¿Quién carajo es Hugo?”
Sayid y Charlie van a la caza de Rousseau. Claire también quiere, pero no la dejan. Vemos en el aeropuerto a Michael y Walt. No se llevan muy bien, parece. Nunca lo harán. A Michael este asunto lo supera. Tal vez estaría mejor sin Walt. Ojo con lo que deseas. En la balsa Michael le enseña a navegar. De paso le cuenta sobre su madre y él. La balsa choca con un iceberg y el timón se rompe. Vemos a Leonardo Di Caprio hundirse. Perdón, me bandeé. Esta vez el héroe es Sawyer. No será la última. Jack, Locke, Kate y Hurley emprenden el regreso a la escotilla. Separaditos. No sea cosa que venga Smokey. Sun consuela a Shannon en las cuevas. “¿Vos crees que todo esto es un castigo?” “¿Y quién nos va a castigar?” Jacob, quién va a ser. Charlie y Sayid corren por la selva buscando a Roussea y se cruzan con la Beechcraft. Es una avioneta nigeriana llena de heroína, le cuenta Sayid a Charlie. Mala semana para dejar las drogas. ¿Qué habrá en la escotilla? Comida rápida, tele, medias, jabón, pastelitos, un microondas. Sí, que gracioso, Hugo. Guarda con el pájaro que te lama por tu nombre. “El que llamó a este lugar Territorio Oscuro es un genio”. Placa, títulos y a seguir con la review.
Primera escena de la tercera parte. Ruido mecánico en la selva y ¡por fin! vemos una estela de humo negro pasar volando de un lado a otro. Sí, lo vimos. Mejor rajemos. Locke se queda. Ya desde entonces tiene cierta relación con Smokey. Pero esta vez no le parece hermoso. Más bien le da miedo. Dale peláu, mové las patitas que vos podés. Cagaste, te agarró. Jack corre y lo sostiene pero ¿por cuanto? Locke quiere irse con el monstruo pero Kate tira dinamita y Smokey se espanta y se va. Zafamos por ahora.
En el mar la vida es muy sabrosa. Jin da su lección de inglés. Es un buen tipo, así que regala a Michael el reloj de la discordia. No sabe que el otro lo va a terminar empeñando. Sun prepara té para Claire. Lindo nombre Aaron. Sayid y Charlie buscan a Rousseau pero Charlie cae en una de las trampas de la francesa y se lastima feo la cara. Sayid vio Rambo cuando era chico, así que le cauteriza el corte con pólvora. En la estación El Faro se escucha el grito de Charlie.
Bienvenidos a las aventuras de Hugo en Sidney. Cómo lo hacen correr al gordo, qué lo parió. Cualquiera en esa misma situación hubiese pensado que no, que mejor no tomo ese vuelo, que son demasiados contratiempos juntos. El ascensor está lleno, el auto se rompe, la mina de Oceanic es insufrible. “No creo que estés predestinado a tomar ese avión”, le dice. Jacob no piensa lo mismo. Hay un equipo de hockey femenino con números en su espalda. ¿Adivinen cuales? Gracias a la silla de un discapacitado Hugo llega, justo a tiempo. Es tu día de suerte. En la isla, Hugo repite los números como un mantra. El número 23 no es desconocido para Kate. Jack cuestiona a Locke su proceder con el monstruo. “Vos sos un hombre de ciencia, yo un hombre de fe. Cada uno de nosotros está aquí por una razón. La isla nos trajo. No es un lugar común y corriente. También te trajo a vos, Jack. Es el destino. Y Boone es el sacrificio que la isla pidió”. Tal vez el primero de los grandes diálogos entre Jack y Locke. “No creo en el destino”. “Creés. Pero no lo sabés todavía”. El ingreso de Locke al Oceanic 815 es un tanto humillante pero qué le hace una lancha más al Tigre. Jack, Locke, Kate y Hurley llegan a la escotilla. A Hugo la combinación antorcha y nitroglicerina no le cabe demasiado.
En la balsa Sawyer y Michael controlan el radar y hablan sobre padre e hijos. Para Michael Sawyer es un héroe o quiere morir. Pero ni él mismo sabe que es un héroe. En el radar aparece algo.
Sayid y Charlie llegan a la hoguera y alcanzan a Danielle. Aaron llora, y Rousseau también. Sabe que lo que hizo no estuvo bien, pero igualmente no sirvió para recuperar a Alex. Danielle devuelve al bebé. “Los otros dijeron que irían por el niño”. Nunca dijeron cuál niño.
Locke y Jack preparan la dinamita. Ya todo está listo para el gran momento. A Kate no le gusta que Jack haya llevado la dinamita pero Jack quiere hablarle de otra cosa. “Si salimos de esta, Locke va a ser un problema”. Supongo que ya no hay dudas de eso. 4 8 15 16 23 42. Hurley sale corriendo a los gritos para pedir que se detengan. “¡Los números son malos!” Pensar que él mismo vio cuando ponían esos números. O verá, qué se yo. La escotilla vuela.
Sawyer y Michael discuten si deben tirar la bengala. Harían mejor en guardarla para más tarde, pero en fin, vamos a tirarla. El barco o lo que sea vuelve a su encuentro. Hay festejo en la balsa. No va a durar. Un reflector se enciende. Suena Giacchino y los de la balsa creen que ha llegado su salvación. Tom Friendly los saluda. “Qué bueno que los encontramos. Lástima que nos tenemos que llevar al pibe”. Hay forcejeo, tiros, lios y cosa golda. Jin cae al agua como en cada finale y los del barco se llevan al hijo de Michael. Vuela la balsa y por primera vez escuchamos ese grito que no dejó de taladrarnos el cerebro durante la segunda temporada. “¡WAAAAAAAAAAAAAALT!”
Charlie y Sayid vuelven con Aaron a las cuevas, para felicidad de Claire. Y de todos, claro. Incluso de Shannon, quien ya extrañaba a su turquito. Pero la felicidad nunca es completa, y vemos cómo Charlie se trajo una virgencita desde la vieja Beechcraft. Uno por uno al son de Giacchino y su Life & Death vemos cómo nuestros losties ocupan sus lugares a bordo del Oceanic 815. Cada uno en su mambo, cada uno en his own private Idaho. Y vemos por primera vez el famoso vaporizador de Shannon, el cual recién volveremos a ver camino al faro de Jacob. Hugo lee su revista, Arzt sigue en una sola pieza, Locke no se mueve. Y a pesar de los esfuerzos de Hurley vemos que la escotilla al fin voló. Y Jack y Locke mueven su tapa para descubrir al fin lo que en ella se oculta. Y desde su interior vemos los rostros de los dos antagonistas que se alejan, antorcha en mano. Y con la pregunta de qué carajo habrá en su interior nos vamos con la placa negra hasta la próxima temporada. Así es Lost.

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